Biomasa para el hogar

La biomasa es toda la materia orgánica que producen plantas y animales, como, por ejemplo, la madera y las hojas de los árboles, las cáscaras de los frutos secos, los excrementos de los animales, los restos de la poda y otros desperdicios de la agricultura.

No obstante, cuando hablamos de biomasa en el ámbito de las energías renovables nos referimos a la materia orgánica de origen vegetal que se puede utilizar como fuente de energía. La biomasa suele utilizarse para su aprovechamiento como energía térmica o, de manera indirecta, para la generación de energía eléctrica.

Mediante la combustión de la biomasa sólida se puede generar energía térmica y eléctrica para la producción de agua caliente, calefacción y electricidad. Su uso más generalizado es a través de calderas de biomasa, que utilizan combustibles naturales, como pellets de madera, residuos forestales, huesos de aceitunas y cáscaras de frutos secos, como fuente de energía. Este tipo de calderas son mucho más eficientes para el medio ambiente, seguras y económicas, ya que pueden suponer un ahorro de hasta el 75 % en comparación con las calderas tradicionales. Además, cuentan con todas las ventajas de las calderas convencionales: funcionamiento automático, autolimpieza, temporización, carga manual de combustible y alimentación desde un silo o un depósito subterráneo.

No. Para la producción de biomasa se utilizan principalmente residuos de la transformación de la madera. En la industria de aserrado, por ejemplo, hasta un 35 % de cada árbol procesado no se utiliza porque queda en forma de astillas o serrín. Este porcentaje se puede utilizar para la producción de pellets o directamente como astillas. El 60 % de la península ibérica es masa forestal. El proceso de limpieza y mantenimiento de los bosques genera grandes cantidades de biomasa, que se puede utilizar completamente en equipos de producción de calor. Por lo tanto, el uso de la biomasa se traduce en un mantenimiento sostenible de los bosques autóctonos, la creación de puestos de trabajo y la independencia de los precios de los combustibles fósiles.

No hay combustión sin emisiones. Sin embargo, el ciclo de la biomasa se puede considerar neutro en términos de emisiones de CO2. Durante el proceso de combustión se libera la cantidad de CO2 que el árbol ha absorbido durante su crecimiento, por lo tanto, todo el CO2 que se emite durante el uso energético de la biomasa no contribuye al incremento de su porcentaje en la atmósfera y ayuda a reducir el efecto invernadero y a evitar el continuo cambio climático.

No. La tecnología ha avanzado muchísimo, y las calderas Hargassner son totalmente automáticas. Con un solo mantenimiento anual es suficiente para garantizar el correcto funcionamiento del equipo. Las calderas de biomasa Hargassner cuentan con un sistema de monitorización que es capaz de hacer un seguimiento de su funcionamiento y de sus necesidades a distancia para que nuestro servicio técnico pueda comprobar si la instalación sigue rindiendo al 100 %.

Hay varios factores que determinan la elección del combustible. Nuestro equipo técnico realiza un estudio previo para cada caso y para encontrar la solución más eficiente, económica y práctica para cada cliente. En general, se aconseja utilizar pellets como combustible en viviendas unifamiliares o comunidades de vecinos o entornos urbanos, ya que el sistema de almacenaje no es tan complejo y no requiere tanto espacio como las demás opciones. En cambio, las astillas resultan ideales en instalaciones de gran consumo como granjas, residencias, centros educativos, polideportivos o redes de calor con distintos puntos de consumo debido al reducido precio del combustible y al espacio del que a menudo se dispone para almacenarlo. En cuanto a la leña, se recomienda principalmente para fincas o casas (turismo rural, masías, casas de pueblo, etc.) en las cuales el acceso a la materia prima sea fácil y práctico y donde haya, en general, una actividad permanente, ya que, a diferencia de las otras dos opciones, las calderas de leña requieren una carga manual cada 12 horas aproximadamente.

Sí. Actualmente hay una actividad forestal dedicada a la producción de biomasa. Además, es importante resaltar el crecimiento y la expansión de empresas locales dedicadas al suministro de biomasa. Esto garantiza que sea un combustible de proximidad, sin las fluctuaciones de precio a las que están sometidos los combustibles fósiles habituales, lo que se traduce en un equilibrio de coste. No solo el suministro está garantizado, sino que, a la vez, supone un impulso para la economía local.

Sí. Totalmente compatibles, ya que con pocas adaptaciones (o casi ninguna) del sistema actual de calefacción se consigue sustituir la fuente de generación de calor existente por el nuevo sistema renovable, más eficiente, limpio y respetuoso con el medio ambiente.

No. Las calderas Hargassner son altamente eficientes y su consumo es mínimo porque están clasificadas con la categoría A++.